El Real Madrid aprovechó una victoria por 2-0 para poner fin a la despedida en casa de Modrić y Ancelotti. Esta batalla final, aparentemente insignificante, conmovió a todo Madrid.
El Real Madrid aprovechó una victoria por 2-0 para poner fin a la despedida en casa de Modrić y Ancelotti. Esta batalla final, aparentemente insignificante, conmovió a todo Madrid.
Cuando el centrocampista croata de 38 años y el técnico italiano de 63 años entraron de la mano al túnel de jugadores, se desplegaron dos pancartas gigantes en las gradas este y oeste. En el lado oeste estaba impreso el número 10 camiseta Real Madrid de Modrić, y en el lado este estaba impresa la icónica sonrisa de Ancelotti. La afición sabía que esta sería la última vez que verían a estos dos héroes en casa.
Florentino anunció en el vestuario que el equipo invertirá 300 millones de euros para reconstruir la plantilla. Cuando Vázquez tocó por última vez el césped del Bernabéu, cuando el camiseta Modrić fue levantado lentamente, no fue solo el final de una era, sino también el preludio del reinicio de una dinastía.